El brillante futuro que prometía Alison de Jesús Pérez, conocido como Chiquito en el mundo del baloncesto, se oscurece bajo el peso de una sentencia implacable. Originario de Villa Juana y forjado en las calles de Villa Consuelo, su destreza defensiva y velocidad en la cancha lo distinguieron como un talento excepcional. Sin embargo, su trayectoria deportiva se ve empañada por un acto atroz que cambió su vida para siempre.
Las redes sociales se han convertido en un campo de especulaciones y debates sobre la situación actual de Chiquito, con miles de usuarias compartiendo opiniones, memes y hasta teorías conspirativas sobre su vida en la cárcel. Desde el momento de su detención, su nombre se ha convertido en uno de los temas más comentados, generando una ola de interés sin precedentes.
El Segundo Tribunal Colegiado del Distrito Nacional lo condenó a 30 años de prisión, señalándolo como el responsable de arrebatarle la vida a Joshua Fernández, un joven de tan solo 19 años. El fatídico incidente ocurrió durante un asalto en las primeras horas del 16 de abril de 2023, a la salida de la discoteca Kiss Bar. Chiquito fue identificado como el autor del disparo fatal que segó la vida de Fernández, sumiendo a sus seres queridos en el dolor y la pérdida.
Acompañado por otros cómplices, Luis Brito (Luisito) y Wesly Vincent Carmona (El Dotolcito), quienes también fueron condenados por su participación en el crimen, Chiquito ahora enfrenta las consecuencias de sus acciones en una celda de prisión. La historia de un deportista prometedor se ha transformado en un relato sombrío de tragedia y condena.
La noticia de su caída de la gracia deportiva a la infamia del crimen ha generado un morbo inquietante en las redes sociales, donde los usuarios se debaten entre la incredulidad y la conmoción ante la trágica transformación de quien alguna vez fuera una figura admirada en las canchas de baloncesto. Sin embargo, para la familia de Joshua Fernández, la sentencia representa un mínimo consuelo en medio del inmenso dolor causado por la pérdida irreparable de un ser querido.